lunes, 19 de marzo de 2012

La Inflación en México


¿QUÉ ES LA INFLACIÓN?                         
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país. Para medir el crecimiento de la inflación se utilizan índices, que reflejan el crecimiento porcentual de una canasta de bienes ponderada. El índice de medición de la inflación es el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que en México se le llama INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor). Este índice mide el porcentaje de incremento en los precios de una canasta básica de productos y servicios que adquiere un consumidor típico en el país.
INFLACIÓN EN MÉXICO
Como en México no se dispone de un índice de precios suficientemente amplio, no existe ningún indicador de la inflación que sea totalmente aceptable. El mejor índice disponible es el de precios al mayoreo en el Distrito Federal, sin embargo, como nuestro principal interés se concentra en la economía monetaria, que en México gira alrededor del Distrito Federal, el uso de éste índice no deformara en gran medida nuestras conclusiones.                                                                                        La experiencia de México en el campo de la inflación ha sido prolongada y los movimientos de precios han sido, por término medio, de consideración. Entre 1935 y 1955, los precios se elevaron a una tasa media anual de 9.8% y en 15 de los 20 años esa tasa fue de 6% o más. Generalmente, estos grandes movimientos de precios han ido acompañados de cuantiosas adiciones a la oferta monetaria y, en algunos casos, por incrementos en la velocidad de circulación. De la oferta monetaria y la velocidad de circulación están medidos en relación con la cantidad de bienes y servicios disponibles.
Por tanto, antes de profundizar en el análisis de la naturaleza de la inflación en México, será necesario examinar brevemente los principios teóricos de la inflación.
-Inflación crónica: la teoría cuantitativa frente a las doctrinas del alza de los costos.
La mayoría de los economistas atribuye las presiones inflacionarias a una excesiva demanda en relación con la oferta de bienes y servicios disponibles. Estas presiones pueden actuar sobre el nivel de precios a través de expansiones desordenadas de la oferta monetaria, o bien acelerándose la velocidad de circulación del dinero. Las elevaciones del nivel de precios son generadas por alteraciones en el nivel de la demanda efectiva. La inflación durante un largo periodo es el resultado de una continua desigualdad de gastos y la de la oferta de bienes y servicios disponibles.
La doctrina de la alza de los costos se basa en la relación entre los precios de los productos primarios y los manufacturados. Sostiene que cuando la tasa de crecimiento de la producción industrial es superior a la de la producción agrícola, el resultado será la tendencia de los precios de la materias primas a elevarse respecto a los de las manufacturas, tal tendencia originara una elevación del nivel de precios, el cual experimentara un impulso ascendente adicional cuando, al aumentar los costos de alimentación, los trabajadores reclamen salarios mayores, hecho que a su vez se traducirá en incrementos en el nivel de precios, en la oferta monetaria y, nuevamente en los salarios. Además la efectividad de los aumentos en los precios agrícolas para determinar el alza de toda la estructura de precios depende de la proporción del ingreso nacional generada por el sector industrial, de la magnitud de la disparidad existente entre el crecimiento industrial y el agrícola y de la elasticidad de la demanda de productos primarios por parte del sector manufacturero.
Existen numerosas economías subdesarrolladas en las que se dan las condiciones necesarias para que opere el proceso de alza de costos y, salvo el débil eslabón del análisis que representa el alza de salarios (y en ciertos países, por ejemplo Argentina, puede no ser tan débil) en estas sociedades parece admisible el funcionamiento de esta clase de mecanismo. Para nuestros propósitos, es importante saber si los problemas inflacionarios de México tienen este origen. De ser así, nuestras conclusiones referentes a las consideraciones de política economista serán fundamentalmente distintas de las que podríamos formular en el supuesto de que el aumento de precios a largo plazo fuese causado principalmente por egresos excesivos.
-El modulo de desarrollo económico.
El gobierno mexicano inició en 1936 un programa de obras públicas y de ayuda al comercio y a la agricultura. En los cuatro años siguientes a 1935 la producción total creció en un 16%; la agricultura y la industria lo hicieron a tasas algo más elevadas que la de la producción total, en 19% y 18% respetivamente. Esto se debió a un incremento menor en la producción minera 9% la cual represento mas de una tercera parte de la producción total.
El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento estima que de 1940 a 1950 el ingreso nacional creció a una tasa de 7.2% anual. No obstante un crecimiento demográfico de 3.1% anual, México fue capaz de alcanzar en dicho período la impresionante tasa de 4% en el aumento del ingreso per cápita.
El modulo de crecimiento económico a partir de 1939 deja una clara impresión de industrialización ininterrumpida. En la década iniciada en 1940 la tasa media de crecimiento porcentual por año en la producción manufacturera fue de 7.8% y en la agrícola de 5.7. Sin embargo, conviene analizar la significación de estas cifras: el crecimiento industrial superó al agrícola únicamente durante la primera mitad de la década; a partir de 1945, las posiciones de los dos sectores se invirtieron, con una tasa de desarrollo agrícola mayor en 3% a la de la producción manufacturera. El crecimiento industrial de México ha sido rápido, el país experimento un incremento aún mayor en la producción agrícola a partir de 1945. Esto se ha debido en gran parte al esfuerzo particular realizado por el Gobierno en la agricultura, mediante la ejecución de proyectos de irrigación, congestión de crédito y desarrollo de las vías de comunicación.
-La estructura de los movimientos de precios
México figura en la categoría de países que crecen y se industrializan con rapidez. No obstante, falta probar si esta experiencia ha dado lugar a una inflación generada por el alza de costos. Los aumentos en los precios agrícolas rurales no van necesariamente acompañados de movimientos proporcionales en los precios urbanos.                                                                                                                    El rápido crecimiento industrial fue acompañado por una rápida elevación de los precios agrícolas particularmente entre 1941 y 1946. A partir de entonces, los precios agrícolas rurales apenas descendieron si se les compara con los precios industriales, no obstante el hecho de que la tasa de crecimiento de la producción agrícola excedió un amplio margen a la tasa de la producción industrial.
COMENTARIO:
Parece que la única presión real sobre los costos de las materias primas y de los bienes de producción obedeció a influencia exterior: aparte de las devaluaciones, el fuerte aumento experimentado por los precios de importación inmediatamente después de la guerra tuvo un mercado efecto sobre los costos de la industria mexicana. Empeoro, este factor no fue suficientemente para elevar los precios de las materias primas y de los bienes de inversión por encima del aumento registrado por los precios de los productos manufacturados hasta que se dejo sentir el estimulo adicional de la devaluación.                                                                                                                  El hecho de que los salarios no pudieran evolucionar al mismo ritmo que el aumento general de los precios influyo poderosamente en el proceso inflacionario de México. Por eso el aumento de los precios durante un largo periodo fue primordialmente el resultado de la influencias de demanda.

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